El impacto del coronavirus ha sido devastador en muchos países de extrema pobreza. Muchos de estos países tienen sistemas de salud débiles y están mal equipados para hacer frente a una pandemia, lo que ha llevado a tasas de infección y mortalidad mucho más altas.
Además, la pandemia ha tenido un impacto económico grave en estos países, ya que muchos han tenido que implementar medidas de bloqueo y cierre de fronteras para controlar la propagación del virus. Esto ha llevado a una disminución de la actividad económica y a un aumento del desempleo, lo que ha afectado a la población más vulnerable y ha agravado la pobreza.
Otro problema es que muchos países de extrema pobreza dependen de la ayuda internacional para hacer frente a problemas de salud y otros problemas, y la pandemia ha desviado la atención y los recursos de otros problemas. Esto ha dejado a muchos de estos países sin acceso a la ayuda necesaria para hacer frente a la crisis del coronavirus.
En resumen, el coronavirus ha tenido un impacto devastador en muchos países de extrema pobreza, y ha agravado la pobreza y la desigualdad en estos países. Es importante que se tomen medidas para ayudar a estos países a hacer frente a la crisis y proteger a las poblaciones más vulnerables.
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